Las decisiones, distintas en todos los casos, tendrían impacto a largo plazo y serían difíciles de revertir. Los tres sabían que tenían que cambiar cosas que no estaban funcionando como debían, pero tenían dudas razonables sobre qué decisión tomar y no terminaban de verlo claro. Estaban inmersos en un mar de dudas.

En un caso la decisión a tomar estaba clara, pero costaba verlo. Y el freno estaba siendo la implicación emocional. Como consultor no tengo el grado de implicaciones emocionales que tienen mis clientes con sus empresas, y eso me permite analizar su situación con mayor objetividad. Aislado ese factor emocional la decisión se volvió nítida. Igual de difícil pero inequívoca, sabiendo que, aunque difícil era la correcta.

En otro caso los riesgos y beneficios de cada opción se manejaban como intangibles. Se trataba de una decisión de crecimiento. Planteamos escenarios concretos, los cuantificamos y valoramos. A la vista del resultado la decisión se simplificó. La vía explorada no era la que convenía a la empresa, aunque fuera la predominante en su sector. Ahora estamos explorando alternativas a medida del cliente. La decisión tomada no ha sido la inicialmente preferida pero sí la más realista.

En el tercer caso, uno de los departamentos de la empresa estaba llevando a cabo una línea de actuación que generaba dudas a la Dirección en base a los resultados percibidos. El responsable argumentaba la necesidad de actuar así en base a una serie de verdades y razonamientos “incuestionables” producto de los años que se había hecho de esa manera. Nadie en la empresa había encontrado la forma de cuestionar estos paradigmas. Como consultores nuestro papel es no dejarnos llevar por las inercias y centrarnos en los resultados. Hicimos números. No había dudas, esa forma de trabajar hacía tiempo que no aportaba a la empresa. No cambiar la forma de trabajar dejo de ser una opción.

Como Controller facilitamos la toma de decisiones. Despejando dudas, centrándonos en los resultados, con menos desgaste. Porque si no sabes dónde está el problema no puedes encontrar la solución.