Entre empresas a veces nos regateamos el precio como si de un zoco se tratase, convirtiendo al precio en la única variable en la que ponemos el foco. A mí me parece brutal. Lo que hacemos. Y lo que nos dejamos hacer. Me genera tantas reflexiones que no caben en un post. Lo intento:

Hay distintas maneras de vender lo mismo, y las decide el vendedor.

Coste y precio son cosas distintas, relacionadas o no. En parte depende del vendedor.

Dos no regatean si uno no quiere.

Hay clientes que sí están dispuesto a pagar tu precio.

Los hábitos, la tradición, la cultura y las ideas preconcebidas se pueden cambiar. Son una excusa para no decidir por uno mismo.

¿Y tú como te comportas como vendedor? ¿y como cliente? Pues eso…

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